La influencia del ambiente y el estrés en la efectividad de herbicidas en soja

La aplicación de herbicidas en cultivos de soja no siempre garantiza resultados efectivos. Factores ambientales y el estrés en las plantas pueden influir significativamente en la eficiencia del control de malezas. Eduardo Cortés, ingeniero agrónomo y especialista en manejo de malezas, explica que entender cómo las condiciones del entorno afectan la acción de los herbicidas es clave para diseñar estrategias más eficaces y reducir los riesgos de resistencia o fallos en el control.

Uno de los aspectos más relevantes es el estado fisiológico de las malezas durante la aplicación. Cuando las malezas están bajo estrés por condiciones climáticas adversas, como sequía, temperaturas extremas o exceso de humedad, su capacidad de metabolizar o absorber los herbicidas puede verse negativamente afectada. Por ejemplo, en condiciones de sequía, las plantas pueden enrollar sus hojas o cerrar estomas, limitando la penetración del producto y reduciendo su acción. Lo mismo sucede en días muy fríos o con viento fuerte, que dificultan la uniformidad de la aspersión y la absorción.

Por otro lado, las condiciones ambientales durante la aplicación también impactan en la selectividad y eficacia del herbicida. La temperatura, la humedad y la radiación solar influyen en la estabilidad y la volatilidad de muchos productos químicos. Aplicar en horas con altas temperaturas o en días soleados puede acelerar la evaporación o descomposición de algunos herbicidas, disminuyendo su efectividad. Por eso, se recomienda realizar las aplicaciones en horarios de menor radiación solar y temperatura moderada, preferentemente en las primeras horas de la mañana o en la tarde.

El momento del día en que se realiza la aplicación también tiene impacto. La humedad relativa alta favorece la absorción de herbicidas, especialmente en malezas herbáceas, y ayuda a reducir la volatilización de productos sensibles. Además, si hay lluvias o lluvia pronosticada en las horas posteriores a la aplicación, es mejor esperar para evitar que el herbicida se lave o se degrade antes de actuar.

El estrés hídrico en las plantas de soja también afecta su desarrollo y su capacidad de competir con las malezas. Un soja vigorosa y bien desarrollada puede resistir mejor las invasiones, mientras que plantas estresadas o en condiciones de bajo vigor son más susceptibles a ser superadas por las malezas. Por eso, garantizar un manejo adecuado de agua y nutrientes, junto con la aplicación de herbicidas en el momento correcto, contribuye a la reducción de la presión de malezas y a mejores resultados en el control.

En conclusión, las condiciones ambientales y el estrés en las plantas tienen un impacto directo en la efectividad de los herbicidas en soja. Para garantizar una mejor eficacia, es fundamental planificar las aplicaciones teniendo en cuenta las previsiones climáticas, el estado de las malezas y las condiciones del lote. Integrar estos factores en la toma de decisiones es clave para un manejo más eficiente, menos costoso y sustentable a largo plazo.