Hongos de Suelo en Soja: Cómo Enfrentarlos desde la Raíz
Los hongos patógenos del suelo representan uno de los desafíos más complejos en el cultivo de soja. Su acción suele ser silenciosa pero devastadora, afectando el desarrollo inicial del cultivo y reduciendo el stand de plantas mucho antes de que puedan expresar su potencial productivo. Pythium, Rhizoctonia y Fusarium son los principales enemigos radiculares, y combatirlos requiere estrategias integradas que comienzan mucho antes de la siembra.
Principales hongos de suelo en soja
Pythium spp.
Es uno de los más comunes en suelos fríos y húmedos. Ataca semillas y plántulas recién emergidas, provocando pudriciones blandas que impiden la emergencia o causan plántulas débiles.
Rhizoctonia solani
Afecta principalmente la base del tallo y la raíz primaria. Genera lesiones marrones, hundidas y secas que pueden derivar en el vuelco de la planta. Prefiere suelos más cálidos y con buena humedad.
Fusarium spp.
Grupo complejo que provoca necrosis radicular, marchitamiento y pérdida de vigor. Algunas especies también afectan vainas y semillas, causando abortos florales y problemas de llenado.
Factores que favorecen estas enfermedades
Suelos compactados y con mal drenaje.
Alta carga de rastrojo sin descomposición.
Siembras tempranas en suelos fríos.
Uso de semillas sin tratamiento fúngico.
Monocultivo de soja año tras año.
Estrategias para su control
1. Análisis de sanidad del lote
Conocer el historial sanitario del lote es fundamental. El análisis de suelo y el seguimiento de campañas anteriores ayudan a anticipar los patógenos presentes.
2. Tratamiento de semillas
Los curasemillas específicos con principios activos como metalaxil, fludioxonil, azoxystrobin y sedaxane ofrecen una barrera inicial frente a los hongos del suelo. Se recomienda usar mezclas de productos con distinto modo de acción.
3. Elección de variedades
Algunas variedades muestran mayor tolerancia a patógenos específicos. Es importante consultar información local y adaptar el material genético al perfil del lote.
4. Rotación de cultivos
Alternar con gramíneas como maíz o trigo reduce la presión de inóculo en el suelo. Es una estrategia clave para disminuir la población de hongos hospedero-específicos.
5. Manejo del rastrojo y labranza
Favorecer la descomposición del rastrojo mediante una correcta distribución y el uso ocasional de herramientas mecánicas puede disminuir los reservorios del hongo. En suelos muy infectados, una labranza superficial puede ser beneficiosa.
6. Densidad de siembra adecuada
Evitar excesos de densidad permite mayor aireación del suelo y reduce la competencia entre plántulas, lo que fortalece su crecimiento y tolerancia.
Casos reales de manejo exitoso
En la región núcleo, un productor logró reducir en un 80% la pérdida de plantas por Rhizoctonia al aplicar una triple mezcla curasemilla y demorar la siembra hasta que el suelo superara los 18 °C. En otro caso, un establecimiento de Entre Ríos aplicó compost estabilizado y mejoró la estructura del suelo, reduciendo significativamente la incidencia de Pythium.
Innovaciones en el control
El uso de microorganismos benéficos como Trichoderma spp. o bacterias PGPR está creciendo. Estos agentes compiten con los hongos patógenos, estimulan el sistema radicular y generan un entorno menos favorable para la infección.
Conclusión
Los hongos de suelo en soja son enemigos invisibles pero altamente destructivos. Su manejo no puede dejarse al azar ni depender de una sola herramienta. La integración de genética, tratamiento de semillas, rotación, monitoreo y tecnologías biológicas es esencial para proteger el cultivo desde su base. Anticiparse al problema es la única forma efectiva de evitar pérdidas silenciosas, pero significativas.