Estrategias para prevenir la mancha amarilla en Trigo
¿Qué es la mancha amarilla?
La mancha amarilla del trigo, causada por el hongo Drechslera tritici-repentis, es una enfermedad foliar que ha ganado protagonismo en los últimos años, especialmente en regiones donde predomina la siembra directa y el monocultivo. Se manifiesta como lesiones cloróticas que evolucionan a manchas necróticas de forma ovalada o elíptica. Estas lesiones afectan la capacidad fotosintética del cultivo y, por ende, su productividad.
Causas de su expansión en Argentina
Una de las principales razones de la proliferación de esta enfermedad es el uso continuo de las mismas variedades de trigo y la falta de rotación de cultivos. La siembra sobre rastrojo infectado facilita la supervivencia del hongo entre campañas. Además, las condiciones de humedad y temperatura moderada favorecen su diseminación.
Transmisión a través del rastrojo y la semilla
La mancha amarilla se propaga tanto por el rastrojo infectado que queda en el lote como por semillas contaminadas. El hongo puede sobrevivir en restos vegetales por largos períodos y, al iniciarse una nueva campaña, reinfectar rápidamente los tejidos foliares de las plántulas.
Signos de alerta y diagnóstico
Las primeras señales suelen aparecer en las hojas basales: manchas amarillas que evolucionan hacia un centro marrón oscuro rodeado por un halo clorótico. A medida que la enfermedad progresa, estas lesiones se expanden hacia las hojas superiores, comprometiendo el rendimiento del cultivo.
Medidas preventivas efectivas
Elección de variedades tolerantes
Si bien aún no existen variedades completamente resistentes a esta enfermedad, algunas muestran una mayor tolerancia. Es clave consultar ensayos regionales y actualizados para seleccionar el material genético más adecuado.
Tratamiento de semillas
Aplicar fungicidas curasemillas es una forma efectiva de reducir la carga inicial de inóculo. Esta práctica resulta especialmente útil cuando se sospecha contaminación de la semilla con el patógeno.
Rotación de cultivos
La inclusión de cultivos no hospedantes como soja o maíz en la rotación reduce significativamente la supervivencia del hongo en el rastrojo. Esta medida también mejora la salud del suelo y favorece un manejo integral de enfermedades.
Manejo del rastrojo
Cuando se utiliza siembra directa, es recomendable distribuir el rastrojo de forma uniforme y reducir su acumulación excesiva. En algunos casos, el uso de cuchillas de disco o descompactadores puede ayudar a incorporar parcialmente los restos y minimizar el inóculo.
Aplicación de fungicidas foliares
En estadios críticos como encañado y hoja bandera, la aplicación de fungicidas puede ser necesaria. Los triazoles y las mezclas con estrobilurinas han demostrado buena eficacia cuando se utilizan correctamente. El momento oportuno de aplicación es tan importante como el producto en sí.
Conclusión
La mancha amarilla representa un desafío creciente para los productores de trigo, especialmente en sistemas intensivos y con poca diversificación. Su prevención efectiva requiere una visión integral que combine la elección de variedades tolerantes, el tratamiento de semillas, la rotación de cultivos y un monitoreo sanitario riguroso. Invertir en diagnóstico temprano y manejo integrado es clave para preservar la productividad y sostenibilidad de los lotes trigueros.