La Influencia de China y Brasil en el Precio Internacional de los Granos

En el mercado global de granos, pocos países tienen tanto peso como China y Brasil. Uno es el mayor comprador mundial, el otro, uno de los principales productores y exportadores. Sus decisiones, políticas y campañas agrícolas impactan directamente en los precios internacionales de soja, maíz y otros commodities agrícolas. Para los productores argentinos, entender la dinámica de estos dos gigantes es clave para anticipar movimientos del mercado y tomar mejores decisiones comerciales.

En este artículo, exploramos cómo China y Brasil influyen en la formación de precios y qué señales deben seguir de cerca los productores para anticiparse a los cambios del mercado.

China: el comprador que mueve el mercado

1. Principal importador de soja del mundo

China importa más del 60% de la soja que se comercializa a nivel global. Utiliza este grano principalmente para alimentar animales (cerdos, aves) y para producir aceite.

2. Su demanda determina precios

Cuando China compra más, los precios suben. Si su demanda cae, los precios tienden a debilitarse. Una decisión comercial o sanitaria en China puede generar subas o bajas de decenas de dólares por tonelada en cuestión de días.

3. Sensibilidad a conflictos políticos

Las relaciones entre China y otros países afectan el comercio:

  • En 2018, la guerra comercial entre EE.UU. y China hizo que China dejara de comprar soja norteamericana, redireccionando su demanda hacia Brasil.

  • Cuando hay tensiones con Occidente, el mercado reacciona con incertidumbre, afectando precios.

4. Reservas estratégicas y cambios de política interna

China a veces acumula o libera reservas de granos según su política interna. Esto puede generar sobreoferta o escasez en el mercado mundial.

Brasil: el productor que compite con Argentina

1. Principal exportador de soja y fuerte en maíz

Brasil se ha convertido en el mayor exportador mundial de soja, superando a EE.UU. También crece fuertemente en exportaciones de maíz, lo que lo convierte en un jugador clave para Argentina, que compite por los mismos mercados.

2. Su campaña agrícola condiciona precios

Si Brasil tiene una buena campaña (clima favorable, alto rinde), aumenta la oferta global y los precios tienden a bajar. Si sufre sequía o inundaciones, la oferta cae y los precios suben.

Ejemplo: en la campaña 2020/21, una fuerte sequía en el sur de Brasil impulsó los precios internacionales de la soja.

3. Ventana comercial y logística

Brasil exporta su soja principalmente entre febrero y junio. En esos meses, domina el mercado. El estado de sus puertos, su infraestructura y su logística interna influyen en la velocidad de embarques y, por ende, en los precios.

Relación entre ambos: sinergia y tensión

  • China compra mayormente a Brasil durante el primer semestre del año.

  • En el segundo semestre, suele aumentar sus compras a EE.UU. y eventualmente a Argentina.

  • Si hay conflictos logísticos o climáticos en Brasil, China busca diversificar proveedores.

Resultado: el comportamiento de ambos países define las curvas de oferta y demanda en distintos momentos del año.

¿Qué señales debe seguir el productor argentino?

  • Nivel de compras semanales de China (informes USDA y mercado)

  • Condiciones climáticas en Brasil, especialmente en Mato Grosso y Paraná

  • Proyecciones de cosecha brasileña

  • Noticias sobre relaciones diplomáticas China–EE.UU.

  • Cambios regulatorios o comerciales internos en China o Brasil

¿Cómo usar esta información para tomar decisiones?

  • Si Brasil tiene una buena campaña y China compra menos, podría ser momento de cubrir precios.

  • Si hay señales de menor producción en Brasil o compras agresivas de China, podría valer la pena esperar o usar estrategias con PUT.

  • En años de tensión comercial o climática, la volatilidad es mayor: conviene diversificar ventas y usar coberturas mixtas.

Conclusión

China y Brasil son protagonistas absolutos en la formación del precio internacional de los granos. Sus decisiones impactan directamente en la rentabilidad del productor argentino. Seguir sus campañas, políticas y relaciones internacionales es tan importante como mirar el clima local o el rinde esperado.

En un mercado globalizado, quien mira más allá de su campo toma mejores decisiones.