Diferencias entre Cobertura Total y Cobertura Arcial en Agricultura
Cubrir el precio de tu producción es una práctica cada vez más habitual entre productores que buscan proteger su rentabilidad frente a la volatilidad del mercado. Pero no todas las estrategias de cobertura son iguales. Algunos eligen cubrir el 100% de su producción, mientras que otros prefieren hacerlo solo parcialmente. Ambas decisiones tienen ventajas, riesgos y momentos adecuados para aplicarse.
En este artículo analizamos en profundidad las diferencias entre cobertura total y parcial, para que puedas elegir la mejor estrategia según tu perfil, tus objetivos y el contexto de mercado.
¿Qué es una cobertura de precios?
Es el uso de herramientas como la venta forward, futuros u opciones para asegurar un precio mínimo o fijo de venta, antes de concretar la operación física del grano. Su objetivo es reducir el riesgo de pérdida por una caída de precios.
¿Qué es una cobertura total?
Es cuando el productor asegura el precio de toda su producción estimada. Esto implica comprometer o proteger el 100% de los granos proyectados, ya sea mediante contratos o herramientas financieras.
Ventajas
Máxima previsibilidad de ingresos.
Permite planificar el flujo de caja con anticipación.
Ideal en años con alto nivel de deuda o alquiler.
Riesgos
Si el mercado sube, no se puede capturar esa mejora.
Puede ser riesgosa si el rinde final es menor al estimado.
Puede generar penalidades si no se cumple con la entrega pactada.
¿Qué es una cobertura parcial?
Es cuando el productor cubre solo una parte de su producción (por ejemplo, el 30%, 50% o 70%) y deja el resto abierto, sujeto a la evolución del mercado.
Ventajas
Combina seguridad con oportunidad de mejora.
Permite aprovechar subas en parte de la producción.
Más flexible ante variaciones de rinde.
Riesgos
Menor protección ante una caída fuerte de precios.
Puede generar sensación de "haber hecho poco" si el mercado baja.
¿Cuándo conviene una cobertura total?
Cuando los precios son altos y superan ampliamente el punto de equilibrio.
Si el productor tiene compromisos financieros fuertes o necesidad de liquidez.
En campañas con alta exposición (campo alquilado, inversión elevada).
Si hay mucha incertidumbre económica o política.
Ejemplo: un productor con alquiler, insumos financiados y márgenes justos puede optar por cubrir el 100% para asegurar rentabilidad.
¿Cuándo conviene una cobertura parcial?
En contextos de mercado alcista o con expectativa de suba.
Si el productor tiene espaldas financieras para asumir más riesgo.
Cuando se quiere capturar posibles mejoras sin quedar completamente expuesto.
Ejemplo: cubrir 50% con venta forward y dejar 50% para opciones PUT o venta disponible.
Estrategia mixta: lo mejor de ambos mundos
Muchos productores combinan estrategias:
30% venta forward (asegura ingresos)
30% PUT (protege sin resignar)
40% sin cubrir (con monitoreo de mercado)
Esta diversificación reduce el riesgo global y mejora la capacidad de adaptarse a diferentes escenarios.
¿Cómo decidir qué porcentaje cubrir?
Considerá estos factores:
Tu punto de equilibrio
Tu tolerancia al riesgo
Tu necesidad de financiamiento
Tus proyecciones de rinde
Tu lectura del mercado
No existe una receta única. Lo importante es que la decisión esté alineada con tus objetivos y no basada en impulsos.
Herramientas para implementar ambas coberturas
Cobertura Herramienta recomendada
Total Venta forward, futuros
Parcial PUTs, CALLs, estrategias mixtas
Conclusión
Elegir entre cobertura total o parcial no es una decisión menor: define tu nivel de riesgo y la posibilidad de capturar oportunidades de mercado. En tiempos de volatilidad, lo ideal no es cubrir todo ni dejar todo abierto, sino construir una estrategia inteligente y equilibrada.
Conocer tus números, tu situación financiera y tus metas comerciales es la base para tomar decisiones acertadas. La cobertura no es una obligación, es una herramienta poderosa si se usa con criterio.