Cultivos de cobertura, una opción válida - Entrevista

Los cultivos de cobertura son una opción inteligente para incluir en el manejo integrado de cultivos. Alternando con barbechos, o en determinadas situaciones, suma beneficios como prevenir la erosión del suelo, regular la humedad, colaborar en el control de malezas difíciles y mejorar la calidad del suelo. Compartimos con Andrés Bottino y Francisco Álvarez Arancedo algunas de las claves para su implementación.

¿De que hablamos, cuando decimos “Manejo integrado” en agricultura?

Francisco: Cuando hablamos de Manejo Integrado de Cultivos (MIC), estamos hablando de una estrategia con objetivos que incluyen: el manejo integrado de plagas, la conservación del suelo y el manejo propio del cultivo. Siempre pensando en minimizar el impacto ambiental. 

Es importante la diferenciación de lo que es un control de malezas en un barbecho, por ejemplo, que es un manejo a corto plazo, y lo que es un manejo integral de malezas, que es una visión más a mediano y largo plazo. El manejo integrado de malezas contempla todas las herramientas disponibles y compatibles con el medioambiente para controlar las poblaciones en los niveles más bajos posibles. El manejo integrado viene de la mano de la planificación, definiendo que estrategias vamos a usar y como las vamos a aplicar.

Esta planificación debe incluir opciones como la cobertura del suelo con restos del cultivo anterior, la siembra de cultivos de cobertura, las rotaciones y la utilización de la competencia del cultivo sobre las malezas, apuntando a lograr una agricultura más sustentable.

A la hora de integrar herramientas es importante tener en cuenta que no debemos plantear una dicotomía entre si hacemos un barbecho químico vs. un cultivo de cobertura. Debemos verlo como una integración, sabiendo que hay situaciones en donde los beneficios de los CC van a ser muy importantes, o la determinación del tipo de CC a implementar. Pero en otras situaciones, la recomendación va a ser aplicar un barbecho químico tradicional.

¿Cuáles son los beneficios de incorporar cultivos de cobertura en el plan agronómico?

Andrés: Los beneficios principales de un cultivo de cobertura se determinan en 2 aspectos fundamentales: beneficios a corto plazo y beneficios a largo plazo.

Por ejemplo, en cuanto a los beneficios a corto plazo que los va a capitalizar el cultivo siguiente, podemos nombrar una mayor fijación de N para optimizar los requerimientos de fertilizantes, una mejora la estructura del suelo, la minimización de pérdidas por erosión eólica e hídrica, y nos permiten sincronizar mejor la oferta de nutrientes para los cultivos sucesores. También aumentan la captación de agua mejorando la transpirabilidad del suelo. Algo muy importante es que ayudan a disminuir la presión de malezas, especialmente las de difícil control. Por ejemplo, la conyza, demostró muchas resistencias a herramientas químicas, pero es muy susceptible o sensible a la competencia por sombreado. Por lo que, una vez implantado el cultivo, este se desarrolla más rápido que la conyza compitiendo por luz, agua y nutrientes, y le obstruye la radiación solar, por lo que la maleza no logra un normal desarrollo.

En cuanto a los beneficios a mediano y largo plazo, dónde esta técnica tiene su valor fundamental, es en seguir mejorando las condiciones del suelo, logrando un excelente balance de carbono, mejorando también la actividad biológica y disminuyendo la susceptibilidad a la compactación favoreciendo la resiliencia del sistema

Una vez tomada la decisión de hacer un barbecho químico o un cultivo de cobertura, yo creo que la gran diferencia que logramos con un cultivo cobertura que, además el control de malezas al aplicar un preemergente, suma todos los beneficios estructurales del suelo a mediano y largo plazo.

¿Siempre conviene incorporar CC o existen variables a tener en cuenta?

Francisco: Existen escenarios específicos en donde los cultivos de cobertura tienen beneficios importantes.

Uno puede ser, en lotes con lomas arenosas y mucho viento, expuestos a la erosión eólica y con poca cobertura en invierno. En esta situación, lo que suele suceder es que, en suelos arenosos, las partículas de la capa superficial están más sueltas, al no tener ninguna vegetación en períodos invernales que agarre ese suelo, y los vientos fuertes desplazan estas partículas acumulándolas en alguna barrera, degradando el suelo.

La implementación de un cultivo de cobertura nos permite anclar ese suelo para posteriormente lograr la incorporación de materia orgánica y por ende una mejora en el perfil superficial del suelo.

Podemos mencionar otra situación, por ejemplo, en zonas donde tenemos la napa muy alta, con drenaje pobre y problemas de salinidad. El cultivo de cobertura en invierno nos permite bajar el nivel de la napa gracias al consumo del agua, reduciendo la posibilidad de que las sales suban a las capas superficiales por capilaridad, evitando el aumento de la salinidad en suelo, condición que puede afectar al cultivo posterior.

Otro escenario en donde los cultivos de cobertura nos generan beneficios, es en lotes muy compactados con mala infiltración. Donde además de las posibles inundaciones, podemos encontrar situaciones con problemas por erosión hídrica por escurrimiento, especialmente en lotes con mucha pendiente. En este caso, las raíces del cultivo de cobertura al descomponerse toda la materia orgánica, van a generar macroporos, mejorando muchísimo la infiltración de agua, la retención y la calidad del suelo aumentando la infiltración y la eficiencia del uso del agua para el cultivo siguiente.

¿Existen desventajas potenciales al incorporar CC?

Francisco: Existen también escenarios donde no sería recomendable o sería menos beneficioso, la incorporación de un cultivo de cobertura.

Por ejemplo, si venimos de una campaña seca y se pronostica escasez hídrica, seguramente el cultivo utilizará el agua acumulada en el perfil. De no verse lluvias posteriores que permitan recargar el perfil, estaríamos en un escenario complicado para el cultivo principal posterior.

Otro escenario a tener en cuenta, es cuando el lote venga de un cultivo que deje mucha materia seca en el suelo. Sumando esta acumulación, junto a la del cultivo de cobertura, es posible que se complique no solo la siembra del cultivo siguiente sino también su implantación, por tener una cama de materia seca muy importante. Esta situación es solucionable, si utilizamos equipos de siembra con barrerastrojos, que nos permitan ir desplazando el rastrojo para que el disco pueda cortar y la semilla logre implantarse correctamente.

¿Cómo es la relación costo / beneficio al incorporar CC?

Andrés: es muy común ver que se imputa el costo del CC como si fuese un barbecho tradicional, es decir al cultivo subsiguientes. Pero es importante considerar que, si bien los CC tienen beneficios a corto plazo, o sea sobre el cultivo siguiente, también ofrece beneficios, sobre todo más ambientales y al suelo, que son de mediano a largo plazo. Entonces encontramos que mejora la calidad del suelo, donde uno está preservando de una manera más profesional y sustentable, nuestro principal capital. Debemos considerar entonces que el cultivo de cobertura tiene mayores costos, pero también beneficios adicionales que son más a mediano plazo, y que van a lograr que los cultivos posteriores rindan más.

Para más información comunicarse con el Departamento Técnico de SIGMA AGRO.
Whatsapp: +54 9 11 5365 7010
Mail: marketing@sigma-agro.com

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